Exquisito, de pasta blanda y blanquecina, de corteza comestible, apariencia pastosa, opaco, con destellos de brillo y aspecto irregular, tiene una señal aromática media. En boca su sabor es intenso, fundente, con notas lácticas ácidas, frescas y mantecosas, con un agradable dejo amargo final. En estado avanzado es menos fundente y más pastoso, debido a que comienza a deshidratarse, perdiendo corteza y coloración. Es el deleite frecuente de los especialistas.
Te proponemos disfrutar:
Es un queso con personalidad, que marida muy bien con vinos blancos dulces. También es recomendable probarlo tibio, ideal antes del postre, aunque acompañado de miel o algún dulce de estación es delicioso.
Sello: Hasta 6 estados de maduración en 60 días
Intensidad 6
Período apto de consumo: 60 días desde su fecha de elaboración.
Presentaciones: Tradicional o a la Pimienta, en piezas de 150 g. aprox.
Famoso y versátil. Es rico de un sabor suave, salado y levemente picante, con una agradable señal aromática. Semi firme, de masa quebradiza, que se desgrana en la boca. Orgullosamente es el Feta Argentino.
Te proponemos disfrutar:
De los quesos de cabra más populares en Argentina, el feta es ideal para ensaladas, marinado con hierbas y oliva o en tablas de quesos. En los platos calientes sus características se acentúan proporcionando así el típico aroma y sabor a cabra a la preparación.
Combina de maravilla con vinos dulces o fortificados, permite un rico “contraste” que balancea y equilibra los sabores.
Sello: Con 1 estado de maduración en 90 días
Intensidad 2
Período apto de consumo: 90 días desde la fecha de elaboración.
Presentaciones: panel de 4 kg, barras de 2 kg y cuñas de 0,200 kg.
Es tentador y te invita al placer, suave, fundente, con un agradable dejo amargo, de pasta blanda y cremosa; brilloso, de color y cobertura blanca comestible. Su intensa señal aromática perdura en la nariz. Con su maduración crecen deliciosas sensaciones.
Te proponemos disfrutar:
Acompañado con pasas de uva tiene un sabor exquisito. Delicioso junto a un Sauvignon Blanc, Chardonnay o un tinto Pinot Noir, es toda una experiencia.
Sello: Hasta 4 estados de maduración en 60 días
Intensidad 4
Período apto de consumo: 60 días desde su fecha de elaboración.
Presentaciones: tradicional y pimienta de 0,280 kg
La reina de la parrilla, es exquisita al servirla caliente, de color blanco y gran brillo, de importante presencia a manteca fundida en su aroma y gusto. Todos sus sabores persisten en la boca, con una liviandad no habitual para las provoletas tradicionales. Es la que preside el momento.
Te proponemos disfrutarlo:
Sin dudas, la recomendación es la parrilla, como entrada de los asados con la familia y amigos. Lo ideal es poner una plancha a calentar al fuego y cuando está bien caliente colocar la provoleta para sellar una cara y luego la otra. Aceite de oliva y orégano.
Cervezas rubias, a base de cebada o trigo, son definitivamente excelentes compañeras de estos quesos, por su frescor y liviandad. Acompañan muy bien con la textura cremosa y picante o especiada de la provoleta de cabra. La variedad blanca Sauvignon Blanc tradicionalmente marida con las recetas clásicas de quesos de cabra.
Sello: Con 1 estados de maduración en 90 días
Intensidad: 3
Período apto de consumo: 90 días desde su fecha de elaboración.
Presentaciones: cilindro de 1 kg y rodajas dobles de 0,150 kg.
Seductor sabor y aroma a pimienta, de pasta blanda y textura untuosa. En boca se siente suave, con un agradable picor que prolonga la sensación en el paladar.
¡Reaviva la experiencia!
Te proponemos disfrutar:
Al igual que todos los Lusignan, acompañan muy bien con vinos blancos y cervezas rubias.
Gracias a su picor, también un mix más interesante, es al combinarlo con vinos dulces o fortificados. El toque salado, picante junto al complemento dulce, balancea y equilibra los sabores.
Sello: Con 1 estado de maduración en 90 días
Intensidad 1
Período apto de consumo: 90 días desde la fecha de elaboración.
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